El crédito bien usado impulsa metas; mal usado, genera ansiedad y pérdidas. En México, tu historial en Buró de Crédito y Círculo de Crédito influye en la tasa de interés y acceso a financiamientos. Con reglas sencillas, puedes beneficiarte sin preocupaciones.
Primero, entiende que el puntaje refleja puntualidad y manejo de deuda. Paga a tiempo, idealmente antes de la fecha límite, y evita atrasos mayores a 30 días. Activa domiciliaciones con recordatorios para reducir errores humanos. Si un pago se complica, contacta a la institución antes de caer en mora; a veces ofrecen prórrogas o planes sin afectar tanto tu historial.
En tarjetas de crédito, usa el crédito como medio de pago, no como extensión de ingreso. Paga el total de cada corte y evita financiar consumo corriente. Mantén tu utilización por debajo del 30% del límite. Si tu banco ofrece aumentos de línea, acéptalos solo si no fomentan gasto; un límite más alto con uso moderado puede mejorar tu score.
Evita solicitudes múltiples en poco tiempo. Cada consulta dura en tu historial y puede bajar temporalmente tu puntaje. Compara opciones de crédito antes de solicitar, revisa el CAT, comisiones, seguros asociados y penalizaciones. Desconfía de ofertas sin revisión de Buró o que prometen aprobar “a cualquiera”; suelen tener costos altos y prácticas riesgosas.
Cuida tu información personal. No compartas códigos ni claves. Revisa movimientos en tu app bancaria y activa notificaciones. Si detectas cargos no reconocidos, repórtalos de inmediato y solicita reposición. Considera servicios de alerta de Buró para enterarte de consultas nuevas o aperturas de crédito a tu nombre.
Para construir historial desde cero, empieza con una tarjeta garantizada o una de inicio. Úsala para gastos fijos y paga total. Con seis a doce meses de buen comportamiento, podrás acceder a mejores productos. Si ya tienes deudas caras, prioriza las de mayor tasa con el método avalancha, manteniendo pagos mínimos del resto. Renegocia tasas o consolida si te conviene y la nueva deuda tiene mejores condiciones.
En créditos grandes como auto o hipoteca, el enganche reduce la mensualidad y la tasa. Para vivienda, compara bancos y programas como INFONAVIT. Evita plazos excesivos que triplican el costo total. Una mensualidad saludable no debe superar el 30% del ingreso neto.
Finalmente, recuerda que el crédito es una herramienta, no un salvavidas. Úsalo con un plan: propósito, monto, plazo y estrategia de pago. Si no cabe en tu presupuesto conservador, mejor posponer. Tu tranquilidad vale más que cualquier compra impulsiva.